Pensamientos #1 - Qué pienso cuando estoy por comenzar un segundo pregrado.
Es probable que esto que estoy haciendo, y con esto me refiero a escribir una entrada personal que poco o nada tiene que ver con la temática general del blog, me salga de todas las reglas del marketing, el branding o las demás normativas sobre el deber ser de un blog, pero no me importa.
También es probable que esto sólo lo lea yo al corregirlo, o quizá lo lea Berni, Karen, La Negra o mi mamá, o es probable que no lo lea nadie a parte de mí, pero eso tampoco me importa. Porque este blog es para mí al mismo nivel que es para ustedes, y muchas veces, como esta, lo escribo más por mí.
Así que lo hago es porque necesito escribir aunque generalmente lo que hago para esto es dibujar, pero en esta ocasión no funcionó, por alguna razón el nudo que tengo en la garganta interrumpe la sinapsis entre mi cerebro y el papel, entonces me quedo con escribir.
Además confieso (diría "les" pero no sé si vaya a haber alguien al otro lado de la pantalla entonces mejor escribo esto en modo monólogo en el que converso con la Alejandra del pasado, o del futuro o las dos), confieso que muchas veces cuando las cosas se empiezan a poner serias, cuando suben el número de visualizaciones, cuando recibo comentarios sobre mis publicaciones y cuando aumenta el número de seguidores empiezo a pensar que yo también debo volverme más seria y profesional, pero me cuesta mucho porque esto suele ser sinónimo de tener que dejar aparte en algún porcentaje mi lado personal y humano, y la mayoría de las veces no soy capaz, y con "la mayoría de las veces" quiero decir nunca. Nunca soy capaz.
Eso es algo que está pasando actualmente, estoy recibiendo más de 1000 visitas diarias aquí y más de 30.000 vistas mensuales, y efectivamente no estoy siendo capaz de "volverme seria" como se espera.
Entonces elijo, en vez de forzarme a serlo, en vez de dejar de crear, venir aquí en mi modo más transparente y sincero y escribir, escribir porque me gusta y porque lo necesito.
Escribir sobre lo que siento y mandar al carajo las formalidades de la presencia "online".
Pensamientos #1
De: una casi médica veterinaria que va a comenzar un segundo pregrado en diseño.
Para: mí
Para: mí
Ni hace un año, ni hace 6 meses ni hace 4 ni hace 2 hubiera creído que esto de estudiar algo además de Medicina Veterinaria fuera a volverse realidad, y mucho menos hubiera creído que fuera a ser realidad tan pronto, y muchísimo menos hubiera creído que iba a ser algo relacionado con arte.
Realmente me estoy reventando de miedo.
Tengo un conjunto enorme de miedos racionales e irracionales: miedo de volver a empezar, este es el peor y el más fuerte porque siempre nos han hecho creer que la vida es una vaina que avanza de forma lineal pero yo ya he repetido este micro ciclo de estudiante primípara como 4 veces.
También tengo miedo de presentarme en la primera clase porque nunca sé qué decir además de mi nombre, miedo de no ser lo suficientemente buena, miedo de aburrirme porque #multipotencial, miedo de que pase algo y deba parar, miedo de no hacer amigos, miedo de que por la edad ya no tenga las mismas habilidades de memoria y concentración que antes, y la lista continúa.
También tengo miedo de presentarme en la primera clase porque nunca sé qué decir además de mi nombre, miedo de no ser lo suficientemente buena, miedo de aburrirme porque #multipotencial, miedo de que pase algo y deba parar, miedo de no hacer amigos, miedo de que por la edad ya no tenga las mismas habilidades de memoria y concentración que antes, y la lista continúa.
Además de que tengo miedo, estoy en un estado difícil de explicar pero que básicamente se trata de que no creo que esto sea verdad.
Desde que supe que fui admitida no he llorado como siento y sé que quiero y debo llorar, porque yo soy muy llorona, lloro porque sí y lloro porque no. Pero no he podido llorar porque aún no me la creo, y no sé cuándo me la creeré.
Ya no fue el día que me di cuenta que fui admitida, no fue el día que organicé trámites de homologaciones, pero quizá sea el día que matricule o quizá sea el primer día que tenga clases. Y aunque no he llorado sí he formado un graaan taco en el pecho de todas esas lágrimas que no he podido soltar y que quizá inunden la ciudad cuando por fin se liberen.
Todo esto me enloquece y me pesa porque no tengo un cartón que me acredite el título pero siempre he considerado que si soy profesional en algo es en empezar muchas cosas porque soy muy curiosa, y además, como lo descubrí hace poco, soy multipotencial, entonces muchas de estas cosas cuando las domino dejan de llamarme la atención y aunque si bien a todo le saco el mayor provecho y vuelvo a practicarlo en cuanto me entran ganas no dejo de tener esa espinita dentro que me dice que empiezo muchas cosas pero no acabo nada, aunque sí lo haga.
Pero esta vez sí que va a ser diferente porque en un año y 4 meses, o sea octubre del 2020, tendré un cartón que acredite que he cumplido todos los requisitos académicos que permiten que me otorguen el título de "Médica Veterinaria". Pienso en eso y tampoco me lo creo.
No por el título sino por lo que significa para mí concluir un ciclo formalmente y en los tiempos y plazos de la sociedad.
Tendré 27 años, un pregrado encima y estaré lista (en realidad no estaré lista pero no importa) para comenzar el siguiente.
Y faltarán solo 3 años y medio más, porque diseño visual dura 4 años pero este semestre haré ambos pregrados al tiempo, para concluir otro ciclo.
Me llevo los mandamientos sociales por delante y con mucha velocidad, mando al carajo los plazos ajenos y me hago la ciega ante lo que afuera los desconocidos puedan estar esperando de mí, y lo digo así porque estoy evitando decir que me los meto *$%! arriba.
Quizá no soy nada de lo que debería ser para otros, pero soy todo lo que debería ser para mí misma porque soy feliz, aunque tengo miedo de caer en la realidad que creo que será mejor de lo que espero porque no espero nada, y también tengo miedo de que llegue el día en el que vaya a llorar de la felicidad absoluta que aún no logro liberar.
Me graduaré nuevamente a los 30 y no me importa porque podré por fin responder con orgullo la pregunta de "¿A qué te dedicas?" y decir "Soy diseñadora visual".
Un abrazo,
- Alejandra.
Desde que supe que fui admitida no he llorado como siento y sé que quiero y debo llorar, porque yo soy muy llorona, lloro porque sí y lloro porque no. Pero no he podido llorar porque aún no me la creo, y no sé cuándo me la creeré.
Ya no fue el día que me di cuenta que fui admitida, no fue el día que organicé trámites de homologaciones, pero quizá sea el día que matricule o quizá sea el primer día que tenga clases. Y aunque no he llorado sí he formado un graaan taco en el pecho de todas esas lágrimas que no he podido soltar y que quizá inunden la ciudad cuando por fin se liberen.
Todo esto me enloquece y me pesa porque no tengo un cartón que me acredite el título pero siempre he considerado que si soy profesional en algo es en empezar muchas cosas porque soy muy curiosa, y además, como lo descubrí hace poco, soy multipotencial, entonces muchas de estas cosas cuando las domino dejan de llamarme la atención y aunque si bien a todo le saco el mayor provecho y vuelvo a practicarlo en cuanto me entran ganas no dejo de tener esa espinita dentro que me dice que empiezo muchas cosas pero no acabo nada, aunque sí lo haga.
Pero esta vez sí que va a ser diferente porque en un año y 4 meses, o sea octubre del 2020, tendré un cartón que acredite que he cumplido todos los requisitos académicos que permiten que me otorguen el título de "Médica Veterinaria". Pienso en eso y tampoco me lo creo.
No por el título sino por lo que significa para mí concluir un ciclo formalmente y en los tiempos y plazos de la sociedad.
Tendré 27 años, un pregrado encima y estaré lista (en realidad no estaré lista pero no importa) para comenzar el siguiente.
Y faltarán solo 3 años y medio más, porque diseño visual dura 4 años pero este semestre haré ambos pregrados al tiempo, para concluir otro ciclo.
Tener 30 años y completar los requisitos para merecer el título de "diseñadora visual" y esto sí que me revuelca la vida: se me aguan los ojos, siento elefantes en el estómago y me da escalofrío.
Me llevo los mandamientos sociales por delante y con mucha velocidad, mando al carajo los plazos ajenos y me hago la ciega ante lo que afuera los desconocidos puedan estar esperando de mí, y lo digo así porque estoy evitando decir que me los meto *$%! arriba.
Quizá no soy nada de lo que debería ser para otros, pero soy todo lo que debería ser para mí misma porque soy feliz, aunque tengo miedo de caer en la realidad que creo que será mejor de lo que espero porque no espero nada, y también tengo miedo de que llegue el día en el que vaya a llorar de la felicidad absoluta que aún no logro liberar.
Me graduaré nuevamente a los 30 y no me importa porque podré por fin responder con orgullo la pregunta de "¿A qué te dedicas?" y decir "Soy diseñadora visual".
Un abrazo,
- Alejandra.
Pd. Te escribe la Alejandra del 2024. Desde hace varios años había sostenido este espacio por física nostalgia.
Y apenas ahora, unos 4 o 5 años después me di cuenta que dejé a las personas que me leían en la
Y apenas ahora, unos 4 o 5 años después me di cuenta que dejé a las personas que me leían en la
intermperie y me excuso por ello. Mi proyecto (y negocio) actual que habla
también de gestión de tiempo y tareas, además de muchas cosas más se llama "A ver yo veo"
y he decido crear sin pensar en el algoritmo por lo que he tomado distancia de las redes sociales,
pero me encuentras en mi página web, ahí encontrarás un formato para sumarte a mi newsletter;también
tengo un podcast que se llama "Sin tanto plan", y hace poco regresé a mi canal de YouTube.
Así que nos vemos por ahí.
Un abrazo desde el futuro.
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